El nombre de la demandante es Stacey Wilson Betts y relató que la sordera parcial que padece se generó tras los gritos de las fans de Bieber, que ella definió como una "bomba de sonido".
Stacey demandó al cantante por la cantidad de $9 millones de dólares por concepto de indemnización. La demandante explicó que sus problemas de audición comenzaron cuando llevó a su hija a un concierto en Oregon en julio de 2010. De esa presentación, la madre recuerda el estruendoso ruido que hacían las fanáticas al gritar. Incluso, remarcó que Bieber arengó al público para que gritara fuerte y agitara los brazos.
La demandante asegura que los gritos fueron mucho peor gracias a que el cantante canadiense se subió a una plataforma que lo acercaba a la audiencia. Justin Bieber todavía no ha dicho ni una palabra sobre esta demanda.